¿Qué es esto que nos atrae al mar? ¿Por qué nos llama a todos? ¿Es que nos acuerda de nuestro origen primordial? ¿Son nuestras células mismas o nuestro ADN que nos dirige las conciencias hacia los océanos? Quizás es su insuperable inmensidad, la que nos recuerda de la indiscutible insignificancia del ego humano, y por lo tanto nos hunde – aunque brevemente – en la gran unidad del todo.
Sea lo que sea la razón, la llamada hechicera del mar me ha estado acosando desde hace unos días, ya que llevo un buen trecho de viaje, andando por tierras incógnitas muy lejos del agua. Y justo en el momento cuando no lo aguantaría más y me echaba a recoger fondos para el vuelo de regreso a Vigo, me tropecé con unos videos que me han salvado la cordura y me han permitido que se oliera la sal del mar y el rumor de las olas aun aquí en las montañas entre los fantasmas chéroquis.
El primero es de la ruta norte por el surfista vasco Kepa Acero, que ha embarcado en un viaje por la ruta norte del Camino de Santiago, recorriendo la costa norte de España en bicicleta y tabla de surf conociendo y grabando su gente y sus olas. La segunda es del blog desde la croa, proveniente de Ferrol, GZ, que documenta la historia del surf en Galicia y captura videos y reflexiones muy lindos de la vida surfista en mis aguas natales. Los dos lucen un buen gusto para la música y videos de muy alta calidad. Si jamás te antojas un vistazo del mar, vale la pena descubrirlos.
saudade brothers 